martes, 29 de abril de 2025

La magia está en el aire

Entre truco y truco, Zatanna recuperará en esta publicación aquello que la hace especial y la convierte en un objetivo para sus enemigos



José Luis Vidal

27 de abril 2025


En el desierto de Nevada se alza una ciudad imposible, donde los visitantes se cuentan por miles. El sonido de las máquinas tragaperras se convierte en la banda sonora de un lugar donde, además de dejarse su dinero en las diferentes opciones de juego, también hay muchos espectáculos dentro de los mastondónticos hoteles que pueblan esta urbe.

No son pocos los artistas que firman contratos para pasar largas temporadas en este lugar, amenizando con sus shows a un público ávido de emociones.

¿Y qué actividad más emocionante que asistir a un espectáculo de magia?

Son míticos ya los shows de la pareja compuesta por Penn & Teller o tal vez el que ha sido durante muchos años el mago más famoso del mundo, David Copperfield.

Pero no a todos les va tan bien como a estos anteriores, ya que la protagonista de este cómic, la joven Zatanna, pese a ofrecer un colorido repertorio de trucos, no consigue que su público se entusiasme demasiado. Y tampoco es que ella esté al cien por cien, ya que una invisible losa le hace cargar un suceso del pasado que la persigue en forma de pesadilla. Un hecho que la ha marcado y que tiene mucho que ver con la Magia, la de verdad, la autentica…

Un traumático suceso hizo que una Zatanna niña tuviera que renunciar a ese poder místico que parecía esconderse en su interior y que un mal día salió al exterior.

Volviendo al presente, algo intriga a la protagonista, la presencia de una mujer que, aunque trata de pasar desapercibida acude a todas las funciones de su show. ¿Qué pretende?

No habrá casi tiempo para las presentaciones, ya que lo inimaginable aparece sobre el escenario en forma de enorme demonio.

Y a partir de ese momento el argumento de esta apasionante historia escrita por la guionista canadiense Mariko Tamaki (Aquel verano, Detective Comics, Yo no soy Starfire…) se va a convertir en una autentica montaña rusa de emociones, con una Zatanna que trata de huir de unos enemigos que hasta entonces habían permanecido ocultos, en las sombras, esperando su momento y que adoran a alguien que fue muy importante en la vida de Zatanna, su padre.

Afortunadamente, Zatanna no va a estar sola en este viaje, ya que como por arte de magia (y nunca mejor dicho) una chica con rasgos conejiles va a aclararle alguno de los misterios que la rodean.

Y no será la única que acuda en su auxilio, ya que cierto tipo inglés, fumador empedernido, ha formado parte del pasado de la protagonista, y va a ofrecerle un viaje a la capital del amor…

Sí, ya sé qué refiriéndonos a John Constantine esto parece raro, pero de vez en cuando hasta los cínicos tienen derecho a dejarse llevar por el corazón.

Hasta aquí puedo llegar en lo referente al argumento, tan solo comentar que una vez ojees la primera página de este cómic, te sentirás atrapado por una historia que te engancha, llevándote de una página a la siguiente sin poder evitarlo, como si fueras víctima de un (maravilloso) hechizo.

Y en buena medida, el responsable de esto es el dibujante de este cómic, Javier Rodríguez, un autor con un estilo y una narrativa totalmente reconocibles, que tras ilustrar algunas historias protagonizadas por iconos del Universo DC (recopiladas este mismo mes de abril en un solo volumen bajo el título de Superman: La Orden de la Lámpara Negra y otras historias), se lanza de cabeza con su primer proyecto largo para la editorial, Zatanna: Abajo la sala, donde se nota que trabajar en el sello Black Label es sinónimo de calidad, sin tener que correr por las temidas fechas de entrega, y pudiendo recrearse en su trabajo, que convierte cada página en una obra de arte, que te obliga a detenerte y, preso del síndrome de Stehndal, dejarte llevar de la mano por el arte de un artista que nos regala aquí uno de sus mejores trabajos, con momentos gráficos donde se ve y disfruta la influencia de las corrientes expresionistas o la pop.

Una auténtica gozada que nos hace desear tener ya entre las manos el último trabajo de Rodríguez para DC, ya que ha sido elegido para formar parte de los exitosos títulos Absolute, ilustrando las peripecias de Detective Marciano junto al guionista Deniz Camp.

Este volumen también incluye una larga entrevista al dibujante, en la que revela varios aspectos del proceso de creación de este cómic, además de diseños de los personajes protagonista y una galería de portadas alternativas.

Esta sí que es la autentica Magia. La de los cómics.


Diario de Cadiz


'Contrapaso. Mayores, con reparos': Hay segundas partes que sí son buenas

Pedro M. Espinosa - Redactor Jefe de Provincia

27 de abril 2025 


En marzo de 2021 la editorial Norma publicó una joya, una de las mejores novelas gráficas españolas de los últimos tiempos que conjugaba una magnífica historia con una calidad artística fuera de lo común. Lógicamente hablamos de Contrapaso. Los hijos de los otros. Cuatro años después, su autora, Teresa Valero, vuelve con otro álbum imprescindible y que confirma que el enamoramiento súbito que sufrimos con su obra no fue flor de un día. En esta ocasión la autora madrileña ha titulado a la segunda entrega de la trilogía Contrapaso. Mayores, con reparos.

Valero vuelve a la España de 1950 con una historia que combina la investigación, a cargo de los periodistas de sucesos ya conocidos Emilio Sanz y León Lenoir —acompañado por su bella prima Paloma Ríos—, la intriga criminal y la recreación histórica.

Para esta nueva entrega, la autora se centra en dos pilares del franquismo: el cine como herramienta de propaganda y la especulación inmobiliaria ligada al éxodo del campo a la ciudad. Un fenómeno que expulsó a los más pobres de sus tierras mientras enriquecía a figuras próximas al poder.

Portada del álbum.

El cómic, de 180 páginas, destaca por su rigurosa documentación. Aunque Teresa construye dos tramas ficticias, ambas se inspiran en hechos reales: el enriquecimiento ilegal de la hermana de Franco mediante la compra de terrenos perdidos tras la Guerra Civil, y la influencia de la industria cinematográfica estadounidense, que empujó al régimen a una cierta apertura social.

Teresa retrata con acierto tanto la vida precaria de los trabajadores como la opulencia de la elite franquista. Lejos de idealizar la dictadura, muestra sus contradicciones sin emitir juicios: expone los hechos y deja que el lector decida.

Como en Los hijos de los otros, parte de un crimen para tejer una trama coral que revela las muchas caras de la España franquista: marginados del extrarradio, corruptos con acceso al poder, burgueses intocables, opositores en la sombra… El elenco es amplio: policías, periodistas, curas, obreros, empresarios. Todo un mosaico social de la época.

También reaparece el asesino en serie del primer tomo, aunque sigue en segundo plano. La autora ya ha adelantado que el cierre de la trilogía se ambientará en la España rural y se centrará en el papel de la mujer.

Teresa Valero vuelve a desnudar con gran inteligencia todas las miserias que la dictadura quería esconder; y si en Los hijos de los otros puso luz al tema de los niños robados, aquí se trata sobre la precariedad de la vivienda, la droga, la prostitución, la pederastia, las estafas, el robo de propiedades por parte de los vencedores, el machismo como identidad nacional, la represión, la homosexualidad, la censura eclesial y política, la doble moral… Y sobre todo, los crímenes, algo que en una sociedad ultracatólica y fascista no existía.

Eso sí, una de las características de esta segunda entrega de Contrapaso, como ocurría en la primera, es que sus páginas tienen mucho texto. Se puede decir que es un cómic que hay que leer con cierto detenimiento, no es un pasapáginas, para entendernos. Los diálogos marcan el ritmo mientras nos deleitamos con los dibujos. Es, en resumen, otra obra de arte de una de las grandes firmas del catálogo de la editorial Norma.


Diario de Cadiz


domingo, 27 de abril de 2025

De ‘road trip’ con Tintín y Milú

El Museo Nacional del Automóvil de Francia dedica la mayor exposición hasta la fecha sobre la obsesión de Hergé por los coches y su proceso creativo a la hora de ilustrarlos en la saga de Tintín





Vehículos clásicos en la exposición 'En auto con Tintín', en el Museo Nacional del Automóvil de Mulhause (Francia). Fotografía cedida por la exposición.

Dominique Giannelli

Raquel Villaécija

Mulhouse - 19 ABR 2025 

En su primera aventura ya condujeron por la Rusia de Stalin en un coche de carreras. Poco después descubrieron Congo, esta vez al volante de un Ford T, el primer vehículo producido en serie por el fabricante estadounidense. En Chicago escaparon de los mafiosos que les perseguían en un Bugatti 35, mítico deportivo de la firma francesa en los años 20. En el centro de las aventuras estaban Tintín y su perro Milú, héroes de la saga del historietista belga Hergé (1907-1983), en la que a menudo había un tercer protagonista.

"En el universo de Hergé, el coche, más que un objeto, es un personaje más que acompaña a los lectores y les guía en las aventuras de Tintín", explica Dominque Maricq, archivista de la Fundación Hergé, organismo que vela por el legado del creador y uno de los organizadores de la exposición En coche con Tintín, que acoge el Salón Nacional del Automóvil de Mulhouse, en el este de Francia. La muestra, la mayor sobre la temática y que se puede ver hasta noviembre, revela la obsesión de Hergé por los coches y el proceso creativo y de documentación que siguió a la hora de ilustrarlos en las aventuras de Tintín: acumuló cerca de 20.000 imágenes, fotos, maquetas o publicaciones que encontraba en las revistas especializadas. Una pequeña parte de este vasto archivo se puede ver en la exposición, junto con una decena de vehículos clásicos a tamaño real en los que se inspiró y que pertenecen al museo. "Hergé nació a principios de un siglo en el que hubo grandes progresos en ámbitos como la aviación o la automoción. Consciente de ese avance, en el momento en el que decide crear un personaje como Tintín, que ama la acción y la aventura, el coche se convierte rápidamente en el compañero ideal", explica el experto durante la visita de la muestra.

Con 31 años, Hergé logró comprarse su primer coche: un Opel Olympia Cabriolet, que incluye en el episodio El Cetro de Ottokar. "Durante la guerra lo escondí en una granja, porque los alemanes requisaban los coches. No lo conduje mucho; además la gasolina era difícil de encontrar en esa época", relató el historietista. Tenía predilección por las marcas italianas y por el Jeep, que está en varias de las portadas de la saga, como "en Objetivo: la Luna. Vemos hasta qué punto ese modelo era importante para él", explica Maricq, que se ha pasado meses seleccionando el material para la muestra dentro del banco documental de Hergé.

En los 24 álbumes de Tintín caracterizó 70 coches de mediados del siglo XX. Uno de los que se puede ver a tamaño real es el Citroën 2CV, muy popularizado en Francia hasta los noventa y que aparece en tres de sus álbumes. Hergé lo coloreó de verde, aunque el que más se vendía era gris. También está el  Bugatti 35, otro de los emblemáticos, o el Almicar francés de los años veinte. "Nada se ha expuesto fuera de los diseños de Hergé, se ha recreado todo su universo, con una fidelidad total y respeto por el trabajo del creador", explica Robert Vangeneberg, administrador del Museo Hergé de Tintinmaginatio.

En la exposición se aprecia la evolución en su proceso creativo. Recreaba meticulosamente los modelos gracias a fotos y maquetas. Después empezó a trabajar con un equipo de colaboradores, encargados de afinar la técnica para que se parecieran lo más posible a los reales. "En las primeras historias se aprecian más sus trazos, pero a medida que avanzan vemos ejemplares más sofisticados, que se muestran de manera más precisa, pero pierden un poco de espontaneidad", explica Maricq.

Un universo en viñetas

En pocas viñetas son elementos pasivos. Los vehículos se convierten en héroes que ayudan a Tintín y Milú a escapar y este se convierte en piloto en las persecuciones. A veces los vehículos cobran vida, como en El asunto Tornasol, cuando los dos inspectores que persiguen a Tintín deforman la cubierta. Eran populares las carreras de coches, así que "su presencia agiliza las historias y recuerda a las películas de la época, donde hay gánsteres y persecuciones. Los coches de Tintín se sitúan rápidamente como protagonistas de la acción", según el experto.

Es la exposición más ambiciosa que se ha hecho sobre la temática. Se realizó una en Touluse sobre Tintín y los aviones y otra en el Museo de la Marina de París sobre los barcos que aparecían en sus aventuras. "El universo de Hergé sobrepasa al artista. Hay gente que no es amante de los coches o de los aviones, pero sí de Tintín. Pocos autores pueden presumir de haber estado tan presentes en el imaginario colectivo. Hay imágenes, como las de estos coches, que nos evocan su universo y nos hacen pensar en una viñeta de Tintín, más que en una de Astérix, por ejemplo", según el archivista.

La mitificación de sus objetos no ocurre solo en el coche, como explica Vangenebert: "En la exposición hay un sillón rojo, que es icónico en muchas viñetas, aunque en realidad él no pasó mucho tiempo sentado en él. Hergé tenía esa capacidad para captar el entorno y traducirlo en imágenes que nos hacían comprender y descubrir las cosas".

La saga, que empezó en 1929 con Tintín en el país de los Soviets y acabó con Tintín y los Pícaros, en 1976, contó los cambios del siglo XX. Dice Maricq: "Hergé fue testigo de la época y cada álbum es como parte de la enciclopedia de la historia del siglo. Si Tintín existiera en 2025 sería muy sensible a los desafíos ecológicos, y si tuviera que viajar en coche, sería un "verde". Ya en los últimos álbumes hay una sensibilidad en el héroe que es diferente a la de los primeros, tenía una posición más zen, en la que ya no se quería mezclar en grandes aventuras. Como en Tintín y los Pícaros, donde incluso se le ve hacer una postura de yoga. Un álbum actual estaría orientado a los grandes desafíos del tiempo presente. Sin duda Tintín seguiría contándonos la Historia.


El Pais. Viernes 18 de abril de 2025





Gonzalo Suárez hace un tebeo

Unas viñetas realizadas en París en los años cincuenta son el germen de un libro en el que conviven la parodia y el pastiche con las asociaciones fulgurantes de ideas

Por Daniel Gascón

En los años sesenta, Suárez escribía una narrativa que nadie escribía. Suárez rompió con el realismo cuando el realismo reinaba: hizo literatura fantástica cuando nadie la hacía, hizo metaliteratura cuando casi nadie sabía lo que era la metaliteratura, hizo narrativa pop cuando el pop solo era un estilo pictórico, y nuevo periodismo cuando los buenos periodistas aún no habían bautizado el invento", escribe en el prólogo de El caso de las cabezas cortadas Javier Cercas, que dedicó su tesis doctoral a su autor. Gonzalo Suárez (Oviedo, 1934) es, para Cercas, nuestro primer escritor posmoderno. "Lo hizo todo antes antes y durante y después", dice Rodrigo Fresán.

Cineasta, narrador, periodista y pintor, admirado por Julio Cortázar y amigo de Sam Peckinpah,  escritor "raro" con numerosos seguidores y abundantes ediciones, Gonzalo Suárez ha dicho: "Huyo de todo aquello que pueda hacerme creer que ya he llegado". Ahora, el autor de Trece veces trece, Rocabruno bate a Ditirambo y Gorila en Hollywood, que sacó en 2022 el libro de relatos El cementerio azul y alguna vez ha señalado que la única diferencia entre la casualidad y la causalidad es la posición de una letra, publica un cómic.

Suárez encontró una carpeta con viñetas que había hecho a finales de los cincuenta en París. En esa época, cuenta, "siguiendo las indicaciones de un argelino llamado Rida, yo cortaba cañerías de plomo y las empalmaba en una zanja abierta hasta el surtidor de las gasolineras". En el París de esa época está también ambientada la novela Con el cielo a cuestas.

A sugerencia del editor de Nórdica, Diego Moreno, Suárez elaboró unos textos que construían o explicaban la trama: una historia disparatada, graciosa, veloz y ligera. (Publicada con holgura: una viñeta en cada página impar, el texto en la página par).

"París era una fiesta, dijo Ernest Hemingway antes de pegarse un tiro" arranca una especie de presentación que antecede a una historia delirante de crímenes y pesquisas, llena de alusiones literarias y cinematográficas un poco descolocadas como en un sueño. Algunos ejemplos: el inspector que investiga los crímenes se llama Gabin, el urólogo que analiza la orina del "vecino descabezado" es Jules Renard, mientras que dos policías son, naturalmente, Joseph y Joseph.

Aparecen los perseguidos de Hitchcock, los indios de John Ford, el Café de Flore y Les Deux Magots. A veces uno piensa en el cine negro francés; otras en una investigación que transcurre en una especie de tira de La Codorniz o Rue del Percebe culturista y parisiense; y otras recuerda memorables escenas vecinales en De cuerpo presente, como la cadena que se forma para evitar la caída de una niña o las huidas por los tejados. Frente a otros vanguardistas pelmazos, Gonzalo Suárez siempre ha sido muy divertido.

Al igual que en otras obras de Suárez, en El caso de las cabezas cortadas conviven la parodia y el pastiche con las asociaciones fulgurantes de ideas, un costumbrismo teñido de fantasía y absurdo, un aire romántico y lúdico a la vez, y un espíritu filosófico e infantil. 

También comparte con otros libros del autor el gusto por el chiste que subvierte el lenguaje y la lógica, y que a la vez muestra lo arbitrario de nuestras palabras y pensamientos. "Los vecinos interrogados se declararon inocentes. Eran gente honrada que solo mataban con el pensamiento", cuenta el narrador, mientras que "Manolito no era tan malo. Era peor". En cambio, la portera "Madame López era malagueña, como Picasso, en cuyo atelier des Grands-Agustins ella había quitado el polvo al Guernica y echado otro polvo con el pintor".

El narrador afirma que "con frecuencia, la inocencia es inequívoca prueba de culpabilidad", y también observa que no hay duda de que "nadie engaña a sus pasos, incluso cuando uno no va a ninguna parte". Quizá por eso al leer a Gonzalo Suárez conviene dejarse llevar, relajarse y disfrutar. Es probable que cuando acabes quiera volver al principio.



El caso de las cabezas cortadas

Gonzalo Suárez

Prólogo de Javier Cercas

Nórdica, 2025. 196 páginas. 19,50 euros


Babelia Núm. 1.738. Sábado 15 de marzo de 2025



sábado, 26 de abril de 2025

Honkai Star Rail - En el viaje (Hiromatsu Shuu)

 




Para celebrar su segundo aniversario, la editorial del videojuego " Honkai Star Rail " ha encargado al estudio chino Big Firebird la producción de un precioso cortometraje musical llamado " On the Journey ".

Dirigida por Zhou Haosong (también conocido como Hiromatsu Shuu ), uno de los muchos animadores chinos talentosos que trabajan notablemente/regularmente bajo seudónimos de temática japonesa en Japón.

Via Catsuka

viernes, 25 de abril de 2025

¡Maldita!

En las calles de New Orleans se libra una oscura batalla y el Mal más absoluto lleva las de ganar

José Luis Vidal

24 de abril 2025

Esta ciudad del sur de los Estados Unidos es conocida principalmente por ser la cuna del jazz y el soul; su famosísimo carnaval, el Mardi Gras y por haber padecido uno de los huracanes, Katrina, que arrasó la urbe sin ningún tipo de piedad.

Pero en el apartado de la ficción, cómo no recordar que Anne Rice hizo que los Hijos de la Noche recorrieran sus calles, dejando un rastro de sangre y horror.




Título: Winter Queen.

Autor: Fernando Dagnino

Tapa dura

Color

160 págs.

32 euros

Tengu Ediciones


Por todo esto y mucho más, la acción de este cómic se desarrolla en New Orleans, donde una noche seremos testigos de la aparición de una mujer pelirroja que, armada con una espada y sin saber muy bien donde se encuentra, tratará de escapar de las fuerzas del orden, que comenzarán a cuestionarse sobre la identidad de la misteriosa fémina, el lugar donde ha aparecido y qué demonios hacía junto a un enorme hombre construido con ramas… (Para todos aquellos amantes del folk horror este es un guiño de lo más claro).

Lo que esta mujer llamada Isabel desconoce es que su destino va a estar unido al de un tipo, Eddie, al que todos conocen como Chicken Man, y que con algunos conocimientos sobre vudú y, sobre todo, mucha cara dura, divierte a los turistas que, obnubilados, acuden a su show.

Pero sin qué él lo sepa aún, se va a ver metido en una carrera contra reloj, una situación que viene del pasado más lejano, y que hace que la oscuridad más infernal se remueva, tratando de acceder a nuestra realidad desde el inframundo.

Eddie no recorrerá este angustioso periplo en soledad, sino que un oscuro personaje será su compañera de peripecias, un ser que se convierte en el reverso oscuro de uno de los protagonistas. Su nombre es Ith, y es una demonia, tan libidinosa, letal y traicionera como todos los de su calaña, pero que en este caso se irá acercando poco a poco a la humanidad, gracias a la obligada compañía de Eddie.

Pero estos no son los únicos protagonistas de esta apasionante historia creada por Fernando Dagnino, autor español con una dilatada carrera en el mercado norteamericano y en el franco-belga (Captain Midnight, Killers, Blade Runner Origins, Smart Girl, Conan The Barbarian…). De su fértil imaginación han surgido otros personajes, muy importantes en la trama, como Betty, esa misteriosa niña, a la que no todos pueden ver, que camina siempre junto a un letal caimán, y que transita los misteriosos senderos del Vudú. Su amistad con Eddie será primordial a la hora del enfrentamiento final que Necrófago, un escurridizo y maldito ser, cuya historia se ha escrito con sangre a lo largo de los siglos, y que ahora ha recalado en esta ciudad, donde va a dejar un rastro de cuerpos poseídos, utilizados como meras marionetas para sus oscuros planes…

Y hasta aquí puedo avanzar en esta trama, intensa, frenética por momentos, que te atrapa en sus increíbles páginas dibujadas por Dagnino, y que nos demuestra que toda realidad supera a cualquier ficción, incluyendo en este volumen un texto en el que se repasa la increíble historia de Isabel Estuardo, un personaje histórico real, y sus conexiones con lo místico, lo arcano.

Finalmente, comentar la enorme calidad de la edición por parte de Tengu, que como siempre, sabe cuidar con esmero todas sus publicaciones. ¡Chapeau!


Diario de Cadiz


martes, 22 de abril de 2025

League of Legends - Dark Gambit (Fortiche)

 


Nuevo video producido por el estudio francés Fortiche Prod para el universo del juego " League of Legends " de Riot Games .

Un vídeo que sigue a " Bienvenidos a Noxus ".

Via Catsuka